La vida cambia, creo que eso es algo inevitable. Y muchas veces tendemos a preguntarnos qué cambia o qué es lo que todavía no cambia en nosotros, ¿te pasa? Y es que acercarse a los 30 tiene un mensaje no escrito, oculto. Y es que te de forma casi automática te preguntas si te estás donde te gustaría estar. A todos los ámbitos. Y un reflejo en el que mirarnos siempre serán nuestros iguales, nuestros amigos. ¿En qué punto están ellos? ¿En qué punto estoy yo? ¿Realmente es tan importante tener amigos que estén en el mismo punto que yo?

En fin, innumerables cuestiones que si, que nos afectan y que inevitablemente nos preguntamos o nos preguntaremos llegado el momento. Lo que es común o al menos cada vez veo más en terapia, es que nos cuesta hacer amigos a determinada edad. Y es que para esto es importante comprender que entorno a esta edad  los caminos ya se han estabilizado tomando un rumbo diferente a los de nuestros amigos de siempre, puede que ya sintamos que no tenemos tanto en común, que nos une el cariño de todos los años que hemos pasado juntos. Y esto puede que tenga un efecto en nosotros, que nos acabamos sintiendo solos.

Es importante recordarte que la calidad de las conexiones es más significativa siempre que la cantidad. Fomentar la autoexploración y la aceptación personal pueden ser el paso para empezar a establecer nuevas amistades y construir una base estable y sólida. Sin olvidar que es fundamental trabajar y mantener las conexiones con esos amigos de toda la vida aunque busquemos nuevas amistades. A veces, profundizar en relaciones existentes puede aliviar la sensación de soledad de forma significativa.

Pero, ¿qué puedo hacer para abrir esas nuevas líneas sociales? Tranqui, te dejo algunos tips que creo que pueden ser de ayuda (siempre y cuando los trabajes desde la sinceridad hacia ti mism@):

1. Autoaceptación. A los 30 es probable que conozcas bien quien eres. Fomenta la autoaceptación y la confianza en ti mismo. La seguridad atrae a la gente.
2. Empatía. Practica la empatía al máximo. Escucha activamente y muestra  interés genuino en la vida y las experiencias de los demás.
3. Flexibilidad. Acepta que las amistades a los 30 pues ser diferentes a las de la adolescencia o veintes. La flexibilidad en tus expectativas permite que las conexiones evolucionen naturalmente.
4. Iniciativa. No temas dar el primer paso. Invita a la gente a actividades o eventos, demuestra tu interés y disposición para construir conexiones.
5. Grupo de apoyo. Considera unirte a grupos o comunidades donde puedas conocer personas con intereses Puede ser más fácil conectar con quienes comparten tus pasiones.
6. Maneja el rechazo. No todos los intentos de amistad serán exitosos, y eso está bien. Aprende a manejar el rechazo sin tomarlo como algo personal.

Ponlo en práctica; empezamos por aquí y pronto… ¡segunda parte!

Autora: Noelia Labrandero García