Sobreponerse

A veces las cosas no salen como queremos, como nos gustaría. Pensamos, imaginamos e idealizamos una determinada situación pero, luego nunca ocurre así. A veces hasta trabajamos sin descanso para que suceda, peeeeero NO. No pasa así. Y me pregunto ¿y ahora qué? Y luego pienso, ¡pues vaya faena!

Pero siempre queda en mi una sensación de: “tengo que salir esto”. No se si me explico. A veces es un bloqueo, otras un bucle. Sea como sea siempre sucede así. Y es que parece que estemos programados para sobreponernos a situaciones complicadas, de esas que te digo que nos bloquean. Sí. De esas difíciles que muchos consideran incluso traumáticas.

Pues bien, te cuento que antes se le conocía como “crecimiento postraumático” a lo que ahora conocemos (y seguro que te suena) RESILIENCIA. Fíjate, después de algo difícil, creces. Eso viene a decir. Pero tengo que confesarte algo, después de este crecimiento no volverás a ser la misma persona, serás diferente. Te habrás transformado. Y esto amig@ supone una evolución personal hacia un estado más fuerte que el inicial.

Si lo ves como yo, no dejarás de crecer. Evolucionar y cambiar como una norma vital.

La resiliencia sirve como herramienta de supervivencia (ya ves), tanto a nivel individual como social. Sin esta capacidad, pocas opciones tendrías a tu alcance y créeme que ninguna positiva. Quiero que veas a continuación como esta capacidad afecta, por áreas, a ti y a tu vida:

  • Área emocional: aporta organización, determinación y capacidad para ser resolutivo. Aparece el optimismo y la proactividad, por lo que siempre serás capaz de encontrar una solución. No esperas que todo salga bien de manera natural, actúas para lograr el resultado que te hace avanzar.
  • Área espiritual: alimenta de creencias, valores y principios que sirven e apoyo más allá de factores externos. Permite que podamos controlar nuestras emociones y por lo tanto, mayor sensación de control en las decisiones que tomamos.
  • Área social: aumenta a medida que potenciamos nuestra vida social y familiar. Cuando nos apoyamos en las personas que nos quieren innegablemente nos sentimos más fuertes y respaldados. Una persona residente suele estar rodeada de personas que le sirven de apoyo y desahogo. Por eso es importante contar con una buena red de apoyo social pero no olvides que más vale siempre calidad que cantidad.

Recuerdo un caso en el que mi paciente y yo teníamos una gran metáfora de terapia. “Estamos en ruinas,  pero no pasa nada porque ahora podemos poner todo a tu gusto. Como tú quieras. Solo tenemos que volver a construir…” Y construimos.

“La resiliencia no garantiza llegar a ser los mejores, pero sí la supervivencia en tiempos difíciles,  y la confianza para poder rehacerse y salir adelante” – Dra. Rafaela Santos. Neuropsiquiatra.

Autora: Noelia Labrandero

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

You may use these <abbr title="HyperText Markup Language">HTML</abbr> tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

*